Papiloma Virus
Actualmente el papiloma virus es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes e importantes. Hay muchas variantes del virus del papiloma humano (VPH), entre ellas se encuentran las de “bajo riesgo” (son las cepas 6 y 11, responsables de las verrugas anogenitales) y las de “alto riesgo” (son las cepas 16, 18, 31 y 45, responsables de displasia y cáncer de cuello uterino, ano, pene y vulva). Sin embargo, lo más frecuente es que cualquier tipo de infección por el VPH curse de forma asintomática.
Se pueden distinguir diversas situaciones en las que se puede producir el virus del papiloma humano:
- Infección latente: se determina por la presencia del ADN del virus, pero no da síntomas ni causa lesiones en el cuello uterino.
- Infección subclínica: no da síntomas pero sí se visualizan imágenes de alteración de las células del cuello uterino (displasia, carcinoma in situ), que se pueden ver mediante la citología.
- Infección clínica: en esta podemos distinguir dos procesos:
- Condilomas: son verrugas localizadas en los genitales, que pueden ser pequeñas, o alcanzar un gran tamaño. Son dolorosas a la palpación, grises o rosáceas, y producen picor. Después de la infección latente, estas lesiones son lo que más frecuentemente aparece en la infección por el VPH.
- Carcinoma invasivo: normalmente se produce tras muchos años de infección, y suele desarrollarse sobre zonas con displasia previa. Aunque antes se pensaba que era una infección de por vida, se ha visto que se puede dar también una resolución espontánea, probablemente debido a la acción del sistema inmunitario del paciente. Igualmente, es muy frecuente que permanezca en estado de latencia, dando lugar de vez en cuando a recidivas. Si hay infección por una cepa determinada, se puede producir también la infección por otras cepas distintas.
Diagnóstico del VPH
El papiloma virus se diagnostica por la clínica en el caso de los condilomas, y por la citología para ver si hay alteración de las células del cuello uterino.
Tratamiento del VPH
Los condilomas se pueden tratar con crioterapia (con nitrógeno líquido), con crema de imiquimod al 5%, con resina de podofilino al 10-25%, con ácido tricloroacético, con láser y otros métodos.
En el caso de displasia o carcinoma habría que realizar una biopsia, y la decisión del tipo de cirugía a emplear dependería del estadio de la enfermedad.
Prevención del VPH
El virus del papiloma humano se puede prevenir mediante la vacunación, que se administra en tres dosis a las niñas de 14 años. Se recomienda también a mujeres de mayor edad.
Hay dos tipos de vacunas: una de ellas cubre las cepas 6, 11, 16 y 18, y la otra cubre las cepas 16 y 18; ambas han demostrado su eficacia.
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